Contaba el Almirante Manuel Manso Quijano que siendo Jefe del Cuarto Militar de la Casa de SM. el Rey coincidía, en las cenas que el Rey ofrece a los Jefes de Estado extranjeros en su visita oficial a España, con el entonces Alcalde de Madrid, el profesor Enrique Tierno Galván. El protocolo les hacía sentarse juntos en la mesa y siempre, antes de ocupar asiento, el Alcalde se dirigía al Almirante con idéntica pregunta:
– Almirante, usted que tiene buena vista, ¿podría leer los cartelitos y decirme cual es mi lugar en la mesa?
El Almirante con esmerada educación le señalaba el lugar.
– Alcalde este es su sitio; como en otras ocasiones estamos sentados uno al lado del otro.
Una vez sentados, contaba el Almirante, el alcalde repetía cena tras cena el mismo comentario que ninguna gracia hacía al insigne marino.
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